miércoles, 13 de octubre de 2010

PERSUADIR ( SIN CRITICAR)

Dicen que donde hay 3 personas, normalmente hay 4 opiniones.
Una de las complejidades más grandes es buscar que la opinión que uno tiene (que seguramente es la correcta :D ) sea transmitida a los otros y sea tomada en cuenta.

Muchas veces sucede que si criticamos, es decir, decimos esto no está bien, debiera ser así, lo que decimos no es bien recibido.

Una de las formas más eficaces para lograr el objetivo es desarrollar el arte de PREGUNTAR. Esto nos permite:

-Facilitar el proceso de comunicación, porque en forma inmediata permite retroalimentar

-Impide que la discusión se salga de cauces, nos ayuda a reflexionar.

-Contribuye a deshacer planteamientos incorrectos.

-Vía para conseguir el consenso en los argumentos que se plantean producto de un análisis


Algunos ejemplos.
• Pregunta abierta: ¿qué opina de.....?
• Pregunta aclaratoria: ¿cómo cree que eso ayudaría a.....?
• Pregunta que suscita discusión: ¿cuáles cree que serían las causas de.....?
• Pregunta de respuestas múltiples: ¿cuáles son las ventajas y desventajas de.....?
• Pregunta revertida: ¿cuál es su opinión? (frente a quien ha hecho una pregunta)
• Pregunta de retransmisión: ¿qué opinan ustedes de esa pregunta.....? (se devuelve a un grupo).
• Pregunta de reflexión: ¿cómo podríamos mejorar los........?

Cómo se formulan las preguntas:

• Inicialmente, preguntas abiertas.
• Formular preguntas claras.
• Formular preguntas con sentido lógico (pertinencia).
• Preguntar receptivamente.
• No abusar de las auto preguntas.
• Preguntar con imparcialidad.
• Repreguntar cuando sea necesario.


Luego de realizada la pregunta, viene el segundo elemento importante, ESCUCHAR.





La habilidad para escuchar requiere:

-Interpretar la respuesta y repetirla con nuestras propias palabras.
-Seleccionar la idea principal y ampliar, resumir, inferir y dar ejemplos.
-Utilizar lo que se ha dicho para provocar más participación.

Debemos además:

-Sensible y respetuoso frente a las respuestas del otro.
-No aceptar respuestas monosilábicas o breves, pedir justificación a través de preguntas adicionales.




Manejar la técnica de la respuesta:

En la medida de lo posible, resulta importante llevar a la otra parte a justificar su respuesta, lo que puede ser orientado a través de preguntas adicionales: ¿qué razones existen para...? o ¿qué razones tiene para...?, o bien ¿por qué cree que...?.

Algunos elementos importantes son:

Llamar por su nombre a la persona, cuando se haya optado por las preguntas directas.

Introducir palabras clave en las preguntas, que sugieran respuestas completas, para obtener información y explicaciones.

Ser flexible y creativo.